LA VOZ DE TEXCOCO DESDE 1956

LA VOZ DE TEXCOCO CUMPLE 50 AÑOS Estamos de fiesta por que cumplimos un año más al rebasar hoy la mitad de un siglo, nos costó mucho trabajo y en sueños imaginábamos rebasar la mayoría de edad, sin embargo rebasamos la edad de la madurez, de tener en un largo camino, experiencia, mayor solidez de criterio de haber acumulado amigos y uno que otro enemigo, pero eso si orgullo de contar con muchos amigos pero muchos amigos sinceros que a través de los años nos han dado ánimos para superarnos. Hemos venido superándonos cada día al estar siempre dispuestos a los cambios, de incorporarnos a la modernidad, pero sobre todo conservando el concepto de servir al pueblo de Texcoco con veracidad y honradez. Por nuestras páginas han pasado muchas lumas y se ha usado mucha tinta para dejar plasmadas ideas, noticias, denuncias y comentarios de personas que nos animan a hacer crítica constructiva, de dar ideas soluciones y en general noticias a veces buenas y a veces malas, pero que interesan al pueblo.

Cada año recordamos con mucho afecto, a aquellos hombres y mujeres que dejaron en nuestras páginas parte de sus ideales, de su vida, de sus inquietudes, para todos ellos nuestra gratitud por que muchos nos abrieron nuevos horizontes y nos nutrieron con su saber y nos dieron ánimos para seguir bregando en el duro camino del periodismo.

En estos largos 50 años de vida en las páginas de La Voz de Texcoco está parte de la historia de nuestro municipio, están también crónicas sociales, las defunciones, los bautizos, las fotografías de sociales de hombres y mujeres que al recordarlas muchos hoy ya son venerables abuelos pero todas estas formaron parte de la vida de Texcoco.

Pese a los problemas de las presiones políticas, de los egoísmos de las envidias, de los problemas económicos, de los malos entendidos, de haber tocado muchas sensibilidades públicas, HEMOS SUBSISTIDO, gracias al carácter íntegro de servir al pueblo con honestidad y veracidad, gracias a nuestros lectores y anunciantes, reporteros, columnistas, fotógrafos e impresores.


Ahora volteamos a ver el camino recorrido y nos sacudimos el polvo y cobramos nuevos ímpetus para seguir con nuestro bagaje a cuestas para seguir en la lucha periodística que nos legara nuestro fundador Miguel Ángel Valdés a través de “NUESTRA VOZ”… ¡MUCHAS GRACIAS!











En descuido nuestra zona arqueológica

Nada nuevo vamos a revelar en cuanto a la situación que guarda en general la zona considerada como arqueológica dentro de nuestro municipio, esta observación que ya hemos señalado en ocasiones anteriores, la reiteramos ahora que se avecina el cambio de gobierno, fácil es advertir que nada se ha hecho para defender estos lugares que forman parte de la historia de Tezcoco, y los cuales a medida que pasa el tiempo se están deteriorando más y más. La falta de vigilancia y cuidado en esas zonas propicia la substracción de piezas de inestimable valor histórico. El caso más concreto es el del llamado Tezcotzinco conocido también como “Los baños de Nezahualcóyotl”, a excepción de las petreas tinas enclavadas en la roca, han desaparecido las calzadas empedradas o tapizadas aun con guijarros de aquellas lejanas épocas, la hierba y matorrales invaden el lugar y el acceso al mismo resulta difícil ya que no existe un camino apropiado para llegar hasta aquel sitio.
El añoso paseo de “El Contador” o los Ahuehuetes al noreste de Texcoco, donde se dice el rey Nezahualcóyotl tenía un esplendido jardín hoy se encuentra en el abandono, y los viejos árboles han desaparecido.
En Coatlinchan la situación no es distinta, ahí de donde fue llevado el Dios Tlaloc con la promesa para sus habitantes de hacerles un museo dada la riqueza arqueológica del lugar, todo se quedó en promesas.

El único lugar que más o menos se conserva limpio, encerrado en una cerca de maya y rodeado de un pequeño jardín es el conocido dentro de nuestra ciudad t como el “cerrito de los melones” que no es más que los restos de una antigua pirámide poco a poco destruyéndose al paso del tiempo.

Uno de los lugares de más importancia arqueológica es el poblado de Huexotla en donde todavía se pueden descubrir los restos de lo que debe haber sido una gran pirámide o templo de nuestros ancestros, hoy invadida ya por construcciones de los vecinos, el lugar es rico en historia sin embargo ninguna autoridad actualmente se preocupa por su conservación.

Por supuesto, existen otros sitios de interés arqueológico menos conocidos debido a que poca atención se les ha prestado y por consiguiente en peligro de desaparecer.

Los saqueos de pequeños idolillos en estos sitios es algo común entre las personas que los visitan y los vecinos de los lugares donde se encuentran estas ruinas o vestigios de nuestro pasado tienen a veces piezas de regular tamaño tiradas en el patio o sirviendo de apoyo a sus maceteros u otros usos. Se hace necesario pues, que el Instituto de Antropología e Historia, la Secretaría de Ecuación Pública , el Gobierno del Estado y las Autoridades Municipales entre otras, vuelvan su atención hacia este acervo cultual en peligro de desaparecer.
La historia de Tezcoco rica en acontecimientos de la época de la preconquista es inmensa, simplemente reflexionemos en aquel pasado del rey acolhua, el gran Nezahualcóyotl, el culto Rey que le sigue dando a Tezcoco un lugar preponderante en el tiempo que sembró sabiduría y su don de gobernante en esta tierra en la cual vivimos y que se ha proyectado en toda nuestra patria. Vale la pena que alguien ponga sus ojos en esta imagen ahora deteriorada que es actualmente nuestra riqueza arqueológica, revivir a través de cuidados, restauración, difusión y enseñanza de lo nuestro, para hacer vigente la fama que en épocas lejanas le hizo famoso.
Creemos que entre el cúmulo de ideas de progreso para Tezcoco que tiene en mente nuestro próximo Primer Edil, ya figura una que ponga en marcha algún plan de reacondicionamiento para estos lugares que tendrían que hacer el atractivo para nuestros visitantes encaminando el turismo hacia Tezcoco que hasta ahora solo cuenta con el añoso paseo del Molino de Flores también en deterioro constante y nada más. Bien vale la pena “Por un Tezcoco nuevo”.